Autoprotección, un conocimiento necesario
Conocer los mecanismos de autoprotección es la primera norma de seguridad que hay que tener en cuenta ante una alerta por riesgo químico.
Imagina que vas caminando por la calle y escuchas una sirena de alarma, ¿qué debes hacer? Conocer las medidas de autoprotección no solo es fundamental para garantizar la seguridad personal ante una emergencia, también es un deber recogido en distintas leyes, como la Norma Vasca de Autoprotección o la del Ley 17/2015 del Sistema Nacional de Protección Civil (por ejemplo en el Artículo 7 ter: Deber de cautela y autoprotección).
Las medidas de autoprotección son aquellas acciones encaminadas a la protección personal y abarcan tanto la prevención (evitar la generación y exposición a riesgos) como aquellas maniobras que tiene por objetivo controlar los riesgos o minimizar los efectos durante una emergencia (seguir las indicaciones de los agentes de los servicios públicos).
En este sentido se puede hablar de dos tipos dos tipos de autoprotección:
- Autoprotección ciudadana: ejercida por los ciudadanos en su entorno más próximo (autoprotección individual, familiar, en comunidades, etc.)
- Autoprotección corporativa: medidas adoptadas por una entidad pública o privada para prevenir y controlar los riesgos o a dar respuesta a las emergencias (la instalación y el mantenimiento de los sistemas de señales de alarma, entre otros).
La actividad industrial cercana permite disponer de objetos, materiales y productos cotidianos: utensilios de plástico, combustibles, fármacos, etc., pero estos requieren para su fabricación la manipulación, transporte o almacenaje de productos químicos. Vivir en un área con este tipo de industrias implica un riesgo, por eso es importante saber cómo actuar ante un posible incendio, explosión, o fuga tóxica. Mira esta infografía:
