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AMETS MORENO, Coordinadora de Seguridad de AVEQ-KIMIKA: “Los beneficios de la prevención hablan por sí mismos”

Trabaja codo con codo junto a los técnicos y técnicas de seguridad de las empresas asociadas, ayudándoles a avanzar en la implantación de medidas de seguridad. También les ahorra un valioso tiempo buceando entre normativas y decretos, respondiendo a sus dudas e inquietudes en materia de seguridad y prevención. Te invitamos a conocer un poco más la labor de la coordinadora de seguridad de AVEQ-KIMIKA.

-¿Cuál es el día a día de una coordinadora de prevención y seguridad de la industria química en Euskadi?

Nuestro trabajo consiste en facilitar el trabajo a los técnicos de seguridad de las empresas asociadas. Nos encargamos de analizar la normativa vigente, tanto del Boletín Oficial del Estado (BOE) como de los boletines autonómicos, y les asesoramos sobre su implantación o cómo puede afectar a sus procesos productivos. Para ello, a través de jornadas, circulares o formaciones, abordamos los cambios normativos o respondemos consultas específicas de cada empresa. Les asesoramos y elaboramos, asimismo, documentos específicos de seguridad como pueden ser planes de emergencia, Informes de Seguridad, etc.

-AVEQ-KIMIKA la forman 130 empresas del sector químico del País Vasco de lo más variopintas: petroquímica, gasística, acería, transporte, tratamiento de aguas…  No será fácil coordinar la seguridad de tantas empresas sin volverse loca, ¿cómo lo haces?

Puede resultar un poco complicado. Cada sector tiene su propia normativa y la forma de implantarla es diferente. Cada una tiene sus propios procesos y riesgos. Pero es muy satisfactorio a nivel profesional. Se aprende mucho de las distintas experiencias de cada sector, las sinergias que se producen, el intercambio de ideas, información y puntos de vista. Desde luego, no tienes tiempo para aburrirte.

-Para alguien ajeno a la industria puede parecer un trabajo poco atractivo, que te obliga a bucear en un mar de papeles y normativas. ¿Qué te atrajo de esta labor? ¿Cómo llegaste al mundo de la química y, en concreto, al de la seguridad en esta industria?

Desde fuera puede parecer una labor tediosa, pero es más apasionante de lo que parece. Tuve la suerte de tener una gran profesora de química en bachillerato y me enamoré de esta materia. También me gustaban las matemáticas, así que opté por una Ingeniería Química como estudio superior. Una de las asignaturas optativas era ‘Análisis de Riesgos aplicados a la Industria Química’ y me terminó de conquistar. Posteriormente trabajé en este campo en la Universidad y el siguiente paso fue coordinar el área de seguridad en AVEQ-KIMIKA.

-Esta es una industria que, al igual que ocurre con otras, se asocia tradicionalmente a puestos masculinos. ¿Notas que hay representación de mujeres en este sector?

Cada vez hay más presencia, sobre todo en el área técnica de seguridad y medioambiente. De hecho, en ciertos sectores y grupos de trabajo ya se aprecia que es mayoritaria. En cambio, en los puestos directivos sigue siendo escasa. Este es un campo en el que se debe seguir dando pasos.

-¿Cómo se podría equiparar o mejorar la proporción de mujeres en esta industria? ¿Crees que habría que animar más a las jóvenes a estudiar esta materia o explicar mejor qué oportunidades y salidas laborales ofrece el sector químico?

Desde luego, la etapa formativa es clave y se debería potenciar entre las mujeres las opciones relacionadas con ese sector. También en las empresas, fomentando la conciliación y otras medidas que posibiliten el salto de las mujeres hacia puestos directivos.

“La crisis sanitaria ha impulsado la concienciación y la prevención”

-La crisis sanitaria de la Covid-19 nos ha cambiado la vida. Ha provocado que la seguridad y la prevención sean una preocupación a pie de calle y que nos abra los ojos sobre la importancia de los EPIS. ¿Cómo se ha trasladado esta visión a la industria química?

Aunque en nuestro sector la seguridad siempre ha sido un objetivo estratégico, hemos notado que ha mejorado la concienciación sobre la prevención. Durante esta crisis sanitaria la prevención ha sido clave y el papel de los técnicos de seguridad ha sido fundamental, participando en todas las decisiones debido a cambios de normativa. Era un riesgo nuevo, ante el que todos hemos remado en la misma dirección, y esperemos que esa actitud se quede cuando pase por completo la crisis.

-En tu opinión, ¿cuáles son los consejos qué nunca hay que olvidar en materia de prevención?

Lo primero, que los puestos de trabajo tengan un diseño intrínsecamente seguro. Es decir, que los técnicos de seguridad participen directamente en él para que sean puestos seguros. Y, por otro lado, que todos los procedimientos de normalización de las empresas (manuales, instrucciones, etc.) contemplen los aspectos de prevención para luego proceder a la formación, información y concienciación.

-No obstante, si de verdad queremos tener controlada una situación cuando no se ha podido prevenir o evitar un incidente, hay que confiar en los Planes de emergencia. ¿Por qué es tan importante disponer de un Planes de emergencia y saber cómo aplicarlo?

Es imprescindible tener un plan de emergencia para que las personas sepan cómo actuar. Se debe minimizar las situaciones de improvisación que pueden surgir ante una situación de emergencia. Y no solo hay que tenerlo, también hay que implantarlo y realizar simulacros para que no se olvide, corregirlo o actualizarlo cuando sea necesario. Un plan de emergencia debe ser un documento vivo que mejoremos con nuestra experiencia.

“Un plan de emergencia debe ser un documento vivo”

-Otra de las claves para que la seguridad cale tanto dentro de la empresa como fuera de ella es a través de la comunicación. ¿Qué estrategias crees que son más efectivas para que se interioricen aspectos como la autoprotección o la prevención?

Quizá es lo que más nos cuesta conseguir. Sabemos qué trasmitir, pero muchas veces no sabemos cómo hacerlo para que cale, para que se visualice el riesgo y se asimile la adopción de medidas que hemos propuesto frente a ese riesgo. Una de las estrategias podría ser la formar incluyendo casos reales en los que realmente se aprecie ese riesgo, ejercicios o simulacros más realistas o, incluso, apoyarnos en las nuevas tecnologías (Realidad Virtual o Realidad Aumentada) para trasladar esa sensación y reforzar la prevención.

-¿Que les dirías a aquellos que no creen que invertir en prevención es rentable para una empresa?

Que los números hablan por sí mismos. Es difícil integrar la prevención y desarrollar una cultura preventiva si se debe justificar económicamente la rentabilidad de la prevención. Al final es una obligación legal que aporta muchos beneficios, desde la reducción de accidentes -y por consiguiente de los costes derivados de la una baja- hasta el bienestar general de las personas trabajadoras, que se sentirán más seguras, protegidas y desarrollarán mucho mejor su trabajo.